Las Ciencias Regionales y la Planificación Regional se ocupan de la identificación, análisis y la solución multi e interdisciplinaria de problemas económicos, sociales, ecológicos, culturales y de riesgos en el ámbito territorial de la sociedad regional. Las líneas de investigación surgidas desde el proceso formativo, el análisis crítico e interdisciplinario de los procesos regionales son los siguientes.
A. Planificación, sociedad regional y desarrollo de territorios e instituciones
La planificación del territorio se entiende como la proyección en el espacio de las políticas sociales, culturales, ambientales y económicas de una sociedad. La planificación responde a un intento de integrar la planificación socioeconómica con la física, procurando una estructura espacial adecuada para un desarrollo eficaz y equitativo de la sociedad. El objetivo último de todo proceso de planificación territorial es mejorar la calidad de vida de la población.
Chile y su modelo económico han potenciado en las últimas décadas diversas y contrapuestas políticas económicas, sociales, culturales y ambientales, que han tensionado el territorio desde el punto de vista del desarrollo, generándose numerosos conflictos, tanto en el medio urbano como rural. Desarrollar una línea de investigación en el campo del ordenamiento y la planificación territorial para regiones de países en vías de desarrollo, aparece en estas circunstancias como una necesidad impostergable y una contribución efectiva a un desarrollo sustentable.
La sociedad regional y su institucionalidad es consustancial a procesos de planificación, ya que comprende el proceso histórico de ocupación y poblamiento humano de un determinado territorio, con características de identidad, perfil y vocación productiva, clima, estructura socioeconómica, cultural y ambiental propios.
B. Gestión integrada de riesgos socio naturales
Los desastres asociados a fenómenos naturales se convierten en problemas cada vez más críticos para el desarrollo de las economías regionales y sus centros urbanos en América Latina y particularmente en Chile. Se trata de desastres normalmente identificados con diferentes tipos de amenazas de origen geológico o hidrometeorológico: terremotos y erupciones volcánicas, huracanes y tormentas tropicales, inundaciones y aluviones, sequías y erupciones volcánicas.
La literatura actual sostiene que el entorno social, político y económico es tanto una causa de desastres como lo es el medio ambiente natural. (Cardona 2001) Existe una clara relación entre la acumulación de vulnerabilidades a desastre en América Latina y los procesos de cambio político y económico y que los patrones espaciales y temporales de la vulnerabilidad están cambiando conforme se transforma la economía política. Por ello estudiar los riesgos desde una perspectiva integrada a nivel regional generará soportes técnicos más estables para sustentar políticas públicas que tiendan a mejorar las variables de vulnerabilidad tanto a escala nacional regional y local.
El enfoque de esta línea expresa una concepción del riesgo natural como un proceso construido socialmente donde los factores de riesgo como amenaza y vulnerabilidad se entrecruzan con las formas de organización social, expectativas y frustraciones de las comunidades locales, las que constituyen valiosas lecciones que deberían ser las bases del aprendizaje social necesario para evitar la manifestación de los desastres.
Planteamos aquí superar los paradigmas tecnocráticos y estructuralistas que han prevalecido en los estudios de riesgos naturales para dar paso a un nuevo marco teórico, de corte mutualista que permita entender los fenómenos como interrelaciones recíprocas entre la sociedad y el medio ambiente, intermediadas por la cultura.
Por tanto se evidencia que el conocimiento de nuevos paradigmas del estudio de desastres naturales requiere nuevas aproximaciones teóricas y conceptuales que desarrollan diversas ciencias, para así llevar a cabo una gestión del riesgo óptima acorde a estos nuevos razonamientos.
- Evaluación de amenazas naturales y socio naturales en el territorio.
- Evaluación de vulnerabilidad frente a las amenazas reconocidas.
- Evaluación de percepción del riesgo.
- Gestión integrada de riesgos.